jueves, abril 27, 2006

Giulio Della Rovere (1504-1581)

También conocido como Giulio da Milano, como su nombre lo indica había nacido en Milán , y de joven había ingresado a la Orden de los Agustinos.
En Bologna, tendrá como compañeros de Orden a Ortensio Lando y Ambrogio Cavalli y quizá también a Camillo Renato.

Entre 1535 recibe la decisiva influencia de Agostino Mainardi, que lo afirma en la fe reformada y que dejará una marca indeleble en su vida.

En cuanto fue conociendo la Palabra de Dios, y surgiendo a sus ojos el verdadero evangelio, se le hizo más incongruente la vida y enseñanzas del catolicismo romano.
Esto lo colocó bajo sospecha, especialmente en 1540 al dimitir de la Orden junto con Cavalli.

En 1541 es arrestado en Venecia, luego de una serie de prédicas durante la Cuaresma.Sus libros son confiscados, y entre ellos se encuentran “libros prohibidos por las autoridades romanas” , de Bullinger y otros.
Esta actuación, levantó airadas protestas de algunos nobles de la ciudad, que son desoídas y Della Rovere es acusado de fraternizar con disidentes de ideas reformistas, en el exilio.

Se le exige que abjure de sus creencias, pero logra escapar de la prisión, refugiándose en Suiza, en 1543.
Desarrollará allí una labor intensa como pastor en el Grigioni y se dedicará a escribir obras apologéticas, tales como “Exhortación al martirio”, que produjo un fuerte debate con Giorgio Siculo. El tema de la obra, era contra la simulación de algunos cristianos de la época, llamada nicodeismo. Por el contrario Giulio Della Rovere , entendía que se debía afrontar la muerte si era necesario, por causa de la fe y el testimonio.

Estrechó relaciones con otros importantes personalidades reformadas de la época, como Johann Bullinger, la Duquesa Renata d’Este de Ferrara y Pier Vergerio. Fue también un firme defensor contra las herejías antitrinitarias que se propagaban en la época.

Fallecía en 1581 luego de una vida intensa. Fue un italiano más , que en aquel siglo XVI, debió huir de su tierra para vivir en paz conforme a su conciencia ante Dios.

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