sábado, junio 30, 2007

Karl Barth, Barmen y la libertad de conciencia.

Entre los elementos fundantes de la Bekennende Kirche (Iglesia Confesante en español) encontramos el Sínodo de Barmen, que se realizó entre 29 y 31 de Mayo de 1934, en Barmen, Alemania y la declaración emanada y refrendada por los 139 delegados enviados por las iglesias territoriales. Era la primera representación de una organización incipiente que se iba a oponer a los planes de Hitler de nazificar el cristianismo protestante.

Se suele afirmar correctamente que mucho del fundamento teológico de la Declaración de Barmen se le debe al pensamiento de Karl Barth y su enunciado : “La Iglesia debe seguir siendo Iglesia y se debe convertir en Iglesia.”Allí la perspectiva de los límites del estado secular y la Iglesia son claros y definitivos y sus competencias son diferentes .
Los discursos dogmáticos serán determinantes porque desmontarán con facilidad la argumentación de los Deutscher Christen que llevaban a una autocracia del Estado y su intervención en asuntos de fe y dogma.

Barth siguiendo la línea del pensamiento de Agustín y Lutero , profundiza que las dos esferas de acción (los dos reinos) son independientes pero sujetos a Dios.
El Estado tiene un carácter divino (autoridad para disponer justicia y orden), pero que esto le implica un principio moral de respeto a la Iglesia que para el Estado es un deber observar, si quiere tener legitimidad. Esto lleva , según Barth a rechazar toda tesis de pensamiento que afirme que el Estado es la única y total autoridad o que la Iglesia es un dominio del Estado.
Al mismo tiempo Barth dirá que la lucha de la Iglesia es del orden espiritual y no política, y con ello renuncia a que la Iglesia intervenga en terrenos que no fuera el suyo.

Vamos en este post a destacar sólo algunos aspectos generales que nos ayuden a un acercamiento primario a este importante hecho histórico. Lo vamos a hacer desde lo teológico , aunque la interacción con el momento político es real y por lo tanto inevitable; observemos la argumentación desde una perspectiva bíblica.

Su relevancia está dada porque con esta declaración se puso en evidencia la verdadera esencia cristiana de la Bekennende Kirche en contraste con la propuesta de los Deutscher Christen o la Iglesia del Reich que buscaban un sometimiento del cristianismo a las ideas racistas y totalitarias de Hitler.

Barmen es un pronunciamiento teológico básico; fuertemente cristocéntrico, que estaba compuesto de seis puntos esenciales, basados en la Biblia, donde se pone en alto la soberanía de Cristo por sobre todo otro poder emanado del hombre. En este caso, afirma su rechazo de considerar al Estado como fuente de revelación o poder independiente de Dios. Esto era algo que propugnaban los DC para fortalecer la preponderancia del Estado hitleriano a los ojos de los creyentes.

El primer punto: Basádo en Juan 14:6 y Juan 10:1-9. Afirma a Cristo como única Palabra de Dios y rechaza (damnatio) cualquier otra posibilidad de encontrar en otros órdenes (acontecimientos o poderes, apuntando al Estado del Reich) la revelación de Dios.

El segundo punto: Fundamentado en 1 Cor.1:29-31 afirma que no hay área de la vida que no esté sujeta al señorío de Cristo (Cristo es nuestro Führer y Señor de todo) .Se afirma la potestad y supremacía de Cristo quien nos ha redimido y por lo tanto se rechaza cualquier sustitución por ningún otro ente.

El tercer punto: Argumentado en Efesios 4:14-16 asevera a la Iglesia como comunidad de creyentes pertenece a Cristo y debe predicar el Evangelio. Impugna estar sujeta al poder del Estado.

El cuarto punto: Asentado en Mateo 20:25-26 alega que la Iglesia debe servir (Cristo como ejemplo) y refuta toda idea de entidad jerárquica con fines dominantes.

El quinto punto: Cimentado en 1 Pedro 2:17 acepta al Estado como autoridad civil y dentro del orden de Dios para el hombre, pero se opone a que la Iglesia deba conformarse como apéndice suyo. De esta forma se siente libre de la tutela del Estado en el desarrollo de sus obligaciones.

El sexto punto: Instituido en Mateo 28:20 y 2ª Timoteo 2:9 postula que la Iglesia debe obedecer el mandamiento de Cristo , esa es su misión y la Palabra no puede ser prisionera.

Es claro que lo que establece con toda claridad son los límites que el Estado tenía en su relación con la Iglesia y que esta sólo respondía ante Cristo y no estaba en manera alguna obligada a someterse al régimen hitleriano.
Su basamento va a ser el orden de la redención efectuada por Cristo (el retorno a Cristo de Lutero y nuestra conciencia de pecadores redimidos) y con ello un fuerte apoyo en principios de la Reforma Protestante.
En el extremo opuesto estaba, la idea de un orden revelacional desde la creación que argumentaban los DC y que afirmaba mandatos, autoridades y normas diferentes al Evangelio, matizado con una visión antropológica y optimista propia del siglo IXX y el progreso científico del hombre.

La Declaración de Barmen proclama a Cristo como Palabra de Dios y como Señor de Su Iglesia (Cristo es esencia del dogma protestante). Rebate que pueda haber otras fuentes de autoridad equivalente para ella.
Atestigua que la obediencia es obediencia a Cristo y Cristo es Revelación de Dios. No es entonces legítimo teológicamente el sometimiento a otras revelaciones (acontecimientos como la historia presente o poderes terrenales); esto es caer en falsas doctrinas.
Aquí es de interés señalar la idea subyacente que insinúa que la historia alemana de ese presente(1934) no tiene porque ser providencia de Dios. En otras palabras, esa realidad política y social no es voluntad de Dios.

Al asentarse firmemente en el fundamento cristiano dejó sin argumentación de valor a los DC. El enfrentamiento en el campo teológico fue ampliamente favorable a la Bekennende Kirche en detrimento de los DC y sus lecturas sesgadas de la Biblia y de los escritos de Martín Lutero. El concepto de revelación fue determinante pues con esto se echó por tierra la argumentación que llevaba, aceptando otras fuentes revelatorias de la voluntad de Dios, a que Hitler y su régimen fueran parte emergente de la voluntad divina.

Desde un planteo ético, la Declaración de Barmen no niega la autoridad al Estado ni la sujeción en lo civil, pero el límite de esa sujeción es la Palabra de Dios. La Iglesia no debe obediencia cuando el Estado sale de los marcos del Evangelio, porque el Estado también está sujeto a la soberanía de Dios.

El cristiano por imperio de la obra redentora llevada a cabo por Jesucristo está sujeto a él en todos los órdenes de su vida. No hay áreas donde Cristo no sea soberano.
La Iglesia compuesta por todos los creyentes está libre (en y por Cristo) de ataduras para cumplir con su mandato de servir al prójimo.

Para una comprensión cabal no se debe perder de vista el momento político de Alemania y el contexto de presión y avasallamiento que los DC y el régimen nazi ejercían sobre el creyente de a pie. En esta declaración se da el sustento teológico a todos los que veían con preocupación y temor el progresivo derrotero que estaban llevando algunas de las iglesias protestantes; en especial aquellas afines con el régimen.
Fue en definitiva una declaración a favor de la libertad de conciencia del cristiano frente a la intención de dominio ideológico por parte de un gobierno totalitario.

martes, junio 26, 2007

Heinrich Bullinger, un reformador olvidado.

Entre los olvidados de la historia protestante sin duda podemos contar a Heinrich Bullinger.
Su nombre aparece siempre asociado a los reformadores más conocidos como Lutero, Calvino, Zwinglio, etc.pues con todos ellos tuvo contacto directo, sin embargo es poco lo que se ha escrito sobre él, teniendo en cuenta su aportación a la historia y la teología protestantes.
Quizá la alargada sombra de Zwinglio lo oculte, pero lo cierto es que Heinrich Bullinger que fue su sucesor, aportó tanto a la Reforma Suiza como su predecesor y que tiene razones propias para reclamar su lugar en la historia.

Enrolado en el protestantismo reformado, Bullinger había nacido en la ciudad de Bremgarten, el 4 de Julio de 1504 en el cantón suizo de Aargau y era hijo del sacerdote del pueblo. Estudió en Renania y en la Universidad de Colonia; por aquellos tiempos, firmemente católica romana, al punto que sería la única que condenaría los escritos de Lutero en 1519.
El estudio profundo de los Padres de la Iglesia, le persuadieron de la Biblia como única norma de fe, más allá del magisterio de la Institución Romana y la lectura de las obras de Lutero lo guiaron a la verdad del Evangelio.

Una vez graduado Maestro de Artes,en 1523 retorna a Suiza y comienza a trabajar junto a Zwinglio en Kappel y más tarde en Zurich, estudiando hebreo y griego y dedicándose a la enseñanza.
En 1528 lo nombran pastor y asume la labor en su ciudad natal, poco después de casarse.
Curiosamente le tocaría predicar en la misma iglesia en la que había ejercido su padre, el cual fue destituido unos años antes al convertirse a la fe cristiana protestante. Ahora que la ciudad había aceptado la Reforma, su hijo se hacía cargo de la grey.

Cuando en 1931 a raíz de las guerras cantonales, la ciudad vuelve a manos de las fuerzas del papado, Bullinger se ve obligado a emigrar a Zurcí donde permanecerá por 44 años.
Para entonces ya Zwinglio había visto en el joven Bullinger las dotes de un sucesor, capaz de llevar adelante todos los pasos concernientes a la afirmación de la Reforma en la Suiza alemana. Y no se equivocaba.
Bullinger establecería contacto con todos los reformadores de la primera época del protestantismo y trazaría un camino de unificación y tolerancia entre las corrientes reformadas que se mantiene hasta nuestros días.

Desarrolló una obra literaria y erudita profusa, defendiendo la apostolicidad del protestantismo. Escribió asimismo comentarios sobre casi todos los libros de la Biblia y sobre la historia de la Reforma en Suiza. Principalmente dio a luz una obra de cincuenta sermones doctrinales, llamada Décadas, que sería de fuerte influencia en su época. El contenido era doctrinal y sitemático , rápidamente se popularizó y se tradujo a otros idiomas como el francés.

Fue también un pastor dedicado a su rebaño .Su vida es un ejemplo de integridad, humildad y servicio al prójimo. Cuando Zwinglio murió en la batalla de Kappel, él se hizo cargo de su viuda e hijos. Era admirado por su austeridad , espíritu de sacrificio y actuar irreprochable.

Epistógrafo fecundo, escribió cerca de 12000 misivas, mantuvo correspondencia con los principales teólogos y líderes protestantes ingleses, italianos, alemanes, ,franceses, etc. Melanchton, Bucer, Calvino, Knox.
Su relación con Lutero fue difícil; los separaba la cuestión de la Santa Cena, como su antecesor Zwinglio había dejado establecido en 1529 en Marburg; pero también la incomprensión de Lutero y su accionar dogmático que lo enfrentaba siempre con los suizos.
Por el contrario con Calvino, a quien conoció en 1536, la relación fue más fluida, de hecho la correspondencia con el teólogo ginebrino es muy abundante; sin poder hablar de sometimiento, es claro que ambos se respetaban y ello hizo posible que se firmara el Consenso de Zurich en 1549 que llevó a la unificación de las tradiciones reformadas suizas tanto las de origen ginebrino representada por Calvino, como las de origen zwingliano representada por Bullinger. En ella se rechaza tanto la transubstanciación , como la consubstanciación, y se afirma la idea de la presencia espiritual de Cristo en la Santa Cena.

Es importante señalar dos aspectos trascendentales del pensamiento de Heinrich Bullinger para su época, uno es el rechazo de las armas para dirimir disputas religiosas. Y el otro ya esbozado por Zwinglio, la doctrina del Pacto, la unidad espiritual de la comunidad (civil e iglesia) en relación con Dios.

Entre las aportaciones más significativas de Bullinger no podemos dejar de mencionar la Segunda Confesión Helvética, en 1566; donde se expone con claridad y sencillez la doctrina cristiana y que fue aceptada por las iglesias reformadas no sólo de Suiza, sino también de Escocia, Francia y Hungría.

Su muerte acaecida en Septiembre de 1575, dejó atrás una vida íntegramente dedicada a la obra de Dios, por medio de la Reforma y a legar a las generaciones futuras un firme fundamento cristiano, teológico, doctrinal y de ejemplo de vida.

sábado, junio 23, 2007

Historikerstreit



Había dejado pendiente desde hace unas semanas el referirme brevemente a la "Disputa de los historiadores"; o Historikerstreit, en alemán .

Cuando el historiador alemán Ernest Nolte en el año 1986 publicó en el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung su pensamiento al respecto del surgimiento del nacionalsocialismo ,su desarrollo y acción en la primera mitad del siglo XX; tocó una de las fibras, sino la más, sensibles de la sociedad alemana.
Fundamentalmente porque apuntaba al nacionalsocialismo alemán como una respuesta defensiva al comunismo bolchevique soviético. Y que , por ejemplo, el Holocausto (no olvidemos que en Alemania negar el Holocausto es un delito) fue una reacción exagerada a lo que los comunistas soviéticos ya habían realizado y Hitler un exacerbado y deplorable radical, pero también en última instancia un defensor de Alemania ante la amenaza externa.

El planteo ya tenía algunos antecedentes, sobre todo si se rastrea en el historicismo alemán (Mommsen).
El historicismo trazaba la historia en forma determinista, dando por probado que hay leyes que se pueden descubrir y que rigen en el desarrollo de la historia.
Desde esta perspectiva, los conservadores propugnaban la tesis de un “ sonderweg ” o camino por el que se deslizaba la historia social alemana , donde el nazismo ocupaba el lugar de una anomalía extraña de la que eran responsables Hitler y su camarilla.
Paralelamente historiadores no alemanes como James Hoogan o Alan Taylor en la década del 60 abonaban teorías similares, proclamando un Hitler oportunista, que va construyendo su poder y tomando decisiones en base a errores y debilidades de la oposición y de los poderes europeos.

Al mismo tiempo encontrábamos que había otros historiadores como Hans Rosenberg o Eberhard Jäckel que seguían otras líneas historiográficas y que veían el surgimiento del nazismo y su apogeo como una consecuencia lógica e inevitable en la trayectoria de beligerancia, expansionismo y militarismo que se venía dando en Alemania desde la Prusia del 1700.
Historiadores como Andreas Hillgruber o Hildebrands, por su parte, rechazaban la propuesta de una Alemania nazi producto del mismo devenir político de su propia historia.

Ernest Nolte que había escrito en la década del 60 una obra titulada “Der Faschismu in seiner Epoche”, tratando al fascismo como un género de antimodernidad, de carácter negativo, abandonó sus teorías primigenias para enrolarse en este revisionismo del nacionalsocialismo como “Reaktion”.Su artículo “El pasado que no pasa” en el Frankfurter encendió el debate.

Esta disputa pronto trascendería los límites de los historiadores y sería social y político a la vez. El profesor y filósofo Jurgen Habermas lo enfrentó desde el pensamiento de la izquierda intelectual alemana.
La discusión fue pública, mediática y político-ética, pues divergía en dos vertientes, la primera era “la culpa alemana” y la segunda un renacer el nacionalismo alemán al tiempo que se compartía la carga de la responsabilidad, básicamente, con la aparición de la amenaza bolchevique.


Los interrogantes comenzaban a ser claros: ¿Había una continuidad y por lo tanto un desarrollo lógico y esperado en la historia alemana, conectando ese segmento de su historia , el nacionalsocialismo de la década del 30, con el militarismo , la identidad y la tradición prusiana? O ¿Era el nacionalsocialismo el producto de una serie de circunstancias externas, (para Nolte una reacción antibolchevique) que Hitler había utilizado oportunamente y por lo tanto excepcionalmente había aparecido en la historia? ¿Continuidad o ruptura? ¿Tenía Hitler un plan preconcebido con objetivos previamente (a la llegada al poder) definidos? ¿O simplemente era un prestidigitador intuitivo de las interacciones internacionales con la sociedad alemana? ¿Se puede historizar el Holocausto? ¿Es el Holocausto una singularidad?

Hay varios elementos de peso que es necesario, aunque sean contradictorios muchos de ellos, evaluar. Por ejemplo que, la “continuidad” era algo que el mismo Hitler afirmaba, pero serán los propios conservadores de estirpe prusiana quienes estarán más cerca de eliminarlo físicamente.
Considerar el aspecto racial del régimen, que lo llevará a extremos singulares de criminalidad dentro de la historia de la humanidad , que será algo propio del nacionalsocialismo y que ejerce por lo mismo de poderoso distintivo en la historia. Pero también habría que evaluar la densidad del antisemitismo social en Alemania de principios de siglo XX, su origen y su desarrollo.

Si el Holocausto no es historizable, desde el punto de vista de la comparación (nunca desde la relativización ); nos encontramos ante un fenómeno único, con responsables claros y también únicos.
Si lo situamos como un acontecimiento lamentable, tan lamentable como otros acaecidos a lo largo de la historia de la humanidad, sus responsables son tan culpables, como otros.
Por otro lado, si el nacionalsocialismo, sus hechos y consecuencias fueron un resultado esperable de la evolución de la historia alemana desde dos siglos antes; hay una indudable culpa que recae sobre el colectivo. Pero, si el régimen nazi fue producto de una serie de interacciones, internas y externas, donde la figura de Hitler emerge como elemento extraño a la historia alemana; y hay un factor disparador (por caso, la amenaza bolchevique); entonces el síndrome de la culpa, tiende a difuminarse en un contexto mucho mayor.

A modo de conclusión podemos decir que el debate es mucho más amplio de lo que aquí podemos abarcar y que estas son sólo aproximaciones a un tema especialmente complejo que envuelve a la sociedad alemana en la percepción de ese pasado, de su historia y de su tragedia.

Jurger Habermas hablaba de “conciencia histórica” , de uso público de la Historia; quizá allí radique su importancia, en lo determinante que es para las sociedades del hoy el poder pararse ante la historia propia del pasado más cercano, sin tabúes pero con la responsabilidad de saber, que ese pasado, para bien o para mal esta condicionando su presente y seguramente, marcará su futuro.

miércoles, junio 13, 2007

Las víctimas de la historia y Walter Benjamín.



Walter Benjamín es un pensador que hace tiempo quería reseñar en este blog, fundamentalmente por su sensibilidad ante las víctimas de la violencia en la historia del hombre, por su discurso de construcción (y no de deconstrucción) de la memoria y por su voz que es la voz de los que pasaron pero que están presentes..

Este filosofo alemán de origen judío, relacionado con Bertolt Brecht ,Teodor Adorno y la Escuela de Francfort, nos ha dejado su pensamiento , que no está exento de dificultades semánticas para abordarlo con claridad, porque justamente su indeterminación nos sugiere diferentes interpretaciones. Influenciado en principio por el misticismo judío y más tarde por el materialismo histórico, buscó una síntesis que proyectara un desarrollo a la filosofía que le permitiera dar una contestación válida a los desafíos de su generación.

Sus aportes son al mismo tiempo, de una riqueza y actualidad permanente. Quizá porque en ellos el papel de la víctima (olvidada y/o derrotada) es central .Se referirá también a temas como la cultura de masas, la función político-social de la transmisión del conocimiento, el lenguaje y la traducción, el arte y la tecnología.

A Walter Benjamín le tocó vivir en la Alemania de principios del Siglo XX, participante en las dos grandes conflagraciones mundiales y signada por la llegada del nazi fascismo ; sus angustias y desesperanzas están reflejadas en todas sus obras, pero en ellas también hay una intención de dar una respuesta , más allá del diagnóstico desesperado.

Su suicidio en 1940 a los 48 años de edad, en Port Bou cerca de la frontera entre España y Francia, cuando intentaba escapar de la Francia ocupada por los nazis, cercenó la vida de uno de los filósofos más relevantes de su época.

Digno de destacar en su pensamiento es la “hermenéutica del peligro”, la que se puede apreciar en su obra “Tesis sobre filosofía de la historia”, de la que a continuación presento una reseña breve y un comentario sobre su persona y su obra que aparecen en el excelente blog de historia: El espejo de Clio


Walter Benjamin y las lecciones de una Historia vista a "Contrapelo"

No existe documento de cultura que no sea a la vez
documento de barbarie... por lo tanto, el materialista histórico
se distancia en la medida de lo posible. Considera que su misión
es la de pasar por la historia el cepillo a contrapelo (Walter Benjamin,
Sobre el concepto de historia, tesis VII, c. 1940)
Continuar leyendo aquí


Tesis de filosofía de la historia.(1940)


Es notorio que ha existido, según se dice, un autómata construido de tal manera que resultaba capaz de replicar a cada jugada de un ajedrecista con otra jugada contraria que le aseguraba ganar la partida. Un muñeco trajeado a la turca, en la boca una pipa de narguile, se sentaba a tablero apoyado sobre una mesa espaciosa. Un sistema de espejos despertaba la ilusión de que esta mesa era transparente por todos sus lados. En realidad se sentaba dentro un enano jorobado que era un maestro en el juego del ajedrez y que guiaba mediante hilos la mano del muñeco. Podemos imaginarnos un equivalente de este aparato en la filosofía.
Continuar leyendo aquí

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sábado, junio 09, 2007

Las Iglesias Protestantes durante la Alemania nazi.(Conclusión y preguntas finales.)



En Octubre de 1945, ya finalizada la guerra y encabezados entre otros por Martín Niemöller y Hans Asmussen se llevó a cabo el último acto de la Bekennende Kirche que en nombre de todos los protestantes alemanes hizo una declaración pública de culpa que se conoce como la Confesión de Stuttgart.
En ella se afirma: “Con gran dolor decimos: mal infinito fue llevado por nosotros a muchos países y pueblos.”


Nunca ha sido la intención de estas notas el juicio moral o espiritual sobre las Iglesias Protestantes de Alemania en el período que corre entre 1933-1945 y que estuvo signado por el totalitarismo nazi fascista de Hitler. Pero sí que sirvieran para un acercamiento al tema que permita esbozar una reflexión despojada de todo apasionamiento.

Hitler contó con el apoyo de gran parte de los protestantes alemanes de todos los estamentos en 1933, y hubo muy pocos , como Bonhoeffer , que desde un comienzo discernieron claramente quién era Hitler y cuales sus verdaderas intenciones.
Sin embargo el desarrollo de los acontecimientos sirvieron para comenzar a dividir prontamente las aguas entre aquellos que estaban dispuestos a seguir a Hitler y aceptar sus políticas de asimilación del cristianismo al nazismo y los que plantaron cara a toda tergiversación del Evangelio y del rol de Cristo como Señor de Su Iglesia.

En principio esto quedó evidenciado en el enfrentamiento entre los Deutscher Christen o la Iglesia del Reich (nunca mejor dicho “del Reich”, no de Cristo) y la Bekennende Kirche o Iglesia Confesante.
Pero con el devenir del tiempo, también entre estos últimos habrá notables divisiones , entre la fracción mayoritaria ,moderada , que buscaba conservar cierto margen de maniobra como organismo espiritual y aquellos de la fracción minoritaria y radical que no estaban dispuestos a hacer ninguna concesión a Hitler ni a su régimen. Estos sobrepasaron los límites de su institución para tomar en sus manos la responsabilidad que les cabía como cristianos y dar la respuesta suficiente que la Bekennende no estaba dando.

Quizá las Iglesias Protestantes no tuvieran una respuesta monolítica al nacionalsocialismo. Sin embargo, por los diferentes matices y niveles de respuestas, no como entidad sino a tenor individual muchas veces ,(recordemos que la Iglesia en lo espiritual esta formada por cada persona particularmente que confiesa a Cristo como su fe) resultó para el Estado de Hitler un hueso muy duro de roer.

La Bekennende Kirche derrotó en el campo teológico a los Deutscher Christen y sus planteos seudo-cristianos e impidió con esto que, Hitler se erigiera alguna vez, como la única autoridad de las Iglesias Protestantes, como pretendía. Demostraron con ello que sólo había una Cruz y que esta no era la cruz gamada.
Aún con todas sus limitaciones , fallas, divisiones y cobardías, fue la Bekennende Kirche un espacio donde muchos resistentes a Hitler encontraron un lugar de confortamiento y sustento espiritual; donde otros fueron formados (Finkenwalde), muchos despertados a su responsabilidad y a aquellos que planeaban la eliminación física del Furher, nunca los aisló, ni condenó.

Careció, indefectiblemente, de la decisión suficiente para abandonar posiciones de diálogo que le suponían cierta seguridad. Tuvo un silencio cómplice que no se justifica, como hemos probado, con la ignorancia de los hechos que se estaban sucediendo. Le faltó valentía para exponerse por los más débiles (y aquí falla cruelmente como Iglesia de Cristo).

Curiosamente quienes más claro tenían el papel de oposición y resistencia que ejercían las Iglesias Protestantes (con poder real o potencial), eran Hitler y su camarilla que buscaron siempre distintas formas de dominarlas, acallarlas o destruirlas. Lo intentaron por vías pacíficas, teológicas-doctrinales, políticas y finalmente también violentas enviando a los campos de concentración y a la muerte en muchos casos, a los pastores que ejercieron una oposición activa.

¿Hasta dónde tuvieron responsabilidad la Iglesias Protestante en la barbarie de Hitler?¿Por qué la mayoría de los líderes protestantes no defendieron vehementemente la causa de los judíos? ¿Su silencio era complicidad, cobardía o estrategia de propia sobrevivencia?

Estas preguntas son complejas de responder. Hay cuestiones históricas que se enraízan con formaciones teológicas que no se pueden ignorar.
Las Iglesias no tenían poder político, solo pastoral espiritual. Entendían por razones teológicas que su primera responsabilidad eran con sus rebaños, en base a eso buscaron proteger lo que entendían eran sus prioridades. Se sirvieron a si mismas pero no al prójimo como indica el Evangelio.
Fueron insolidarias por la ausencia de una denuncia clara y audible de la injusticia que sufría el pueblo judío, de la opresión al más débil. Y esas eran también sus responsabilidades como Iglesia.

Esta claro que décadas de un discurso antisemita entre líneas, subliminal , popular, implícito y explícito dentro y fuera de las iglesias; preparó las conciencias débiles para la persecución y genocidio de los judíos.
Y que esto también afectó transversalmente a las iglesias y sus líderes condicionándolas en su respuesta. Esto es hoy aceptado ampliamente por la mayoría de los investigadores y si bien faltó en la Declaración de Stuttgart este reconocimiento al silencio culpable sobre la persecución de los judíos, hoy en día las iglesias protestantes alemanas han reconocido sus faltas al respecto.
El silencio de las Iglesias son una compleja trama de los tres factores que enuncia la pregunta.

Dejo para el final una pregunta que muchos se han formulado.

¿Dónde estaba Dios en aquellos días si Su Iglesia tenía esta actitud de pasividad y temor?

Dios estaba obrando por medio de aquellos que no doblaron sus rodillas ante Hitler. En aquellos que no hicieron oídos sordos a los gritos de las víctimas. En aquellos que no pensaron en su propia seguridad sino en su deber como cristianos.
Dios actuaba en esos momentos a través de hombres y mujeres como Dietrich Bonhoeffer) , Martín Neumöller, Karl Barth, Paul Schneider, Elisabeth Schmitz , Gertrud Staewen, Hans Gruber, Friedich Weissler, Karl Stellbrink y otros que pagaban con cárcel, deportaciones, exilio y hasta con la muerte el terrible desafío de la fidelidad .


El hecho de reflejar las faltas y errores más terribles de la Iglesia protestante Alemana de ese tiempo, debe correr paralelo con valorar la vida y la actitud de hombres y mujeres que no se dejaran arrastrar por el error, por el silencio cómplice o la indiferencia.
Hombres y mujeres que en la medida de sus posibilidades y en muchos caso más allá de sus fuerzas fueron fieles a sus conciencias cristianas.
Hemos nombrado unos pocos, pero vaya en estos nombres la representación de todos los protestantes alemanes que quedaron en el anonimato de la historia, pero que tuvieron igual actitud y forman parte de, esa gran nube de testigos que nos observa desde la eternidad.


Daniel Pisoni





Lecturas recomendables sobre el tema, que aportan diversas visiones, opiniones y puntos de vista:

Arbeitsgemeinschaft kirchlicher Zeitgeschichtler.John S. Conway, Editor. University of British Columbia
Gedenkstätte Deutscher Widerstand.Dr. Peter Steinbach.Dr. Johannes Tuchel.Ute Stiepani, M.A.
Luteranismo y Shoah: trayectoria y desafíos.Reinhard Boettcher. International Council of Christians and Jews.
The Trial of German Major War Criminals.2da.Sesion.Bormann.(Documento)
La Resistencia Alemana contra Hitler.Barbara Koehn.Alianza Editorial.
Causas Sagradas.Michael Burleigh.Taurus
Los Verdugos voluntarios de Hitler.Daniel Goldhagen.Taurus
The Confessing Church and the Persecution of the Jews. Wolfgang Gerlach.University Nebraska Press.
The Role of the Churches.Victoria Burnett.Dimension.Vol 12.Nº2

viernes, junio 08, 2007

Las Iglesias Protestantes durante la Alemania nazi.(4)

Meses antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial una nueva ofensiva de Hitler intentará terminar con la Bekennende Kirche. Por medio del Reichkircheministerium (Ministerio de Culto) se prohíbe a las Iglesias protestantes de Alemania toda fraternidad con Iglesias evangélicas en el extranjero (tenían una decisiva participación en protestas contra los abusos de Hitler y de apoyo a los radicales de la Bekennende).
Pero además se declara al nacionalsocialismo la continuidad natural de la Reforma luterana, siguiendo criterios de exclusivismo nacionalista , prejuicios raciales y fuerte antisemitismo. Esta era la doctrina de los Deutscher Christen y la subversión total del cristianismo.
La Bekennende Kirche rechaza de plano este planteo.
De inmediato se producen medidas represivas, como el cierre de los seminarios donde se formaban los pastores de la Iglesia de la Confesión, entre ellos el célebre Finkenwalde (en la foto) que dirigía Dietrich Bonhoeffer) y la vigilancia y presión de la GESTAPO a los pastores opositores al régimen, enviando a algunos de ellos a los campos de concentración.

Paradójicamente esto hizo que el ala moderada de la Bekennende reconsiderara su postura y comenzara a unirse al ala radical en la oposición contra el totalitarismo hitleriano. Poco después los pastores Wurm y Meiser retiraran sus firmas de la declaración en que se distanciaban de los radicales .
En 1940 Wurm protesta, en nombre de toda la Bekennende Kirche, contra la eliminación por parte del régimen de los enfermos mentales y por las deportaciones de los judíos, especialmente los convertidos al protestantismo y que mostraba que la decisión del gobierno no era de tipo religioso, lo cual ya era ignominioso, sino demencialmente racial.
También comienzan a intensificarse los contactos con el Círculo Kreisau , que reunía a personajes de la resistencia conservadora, que se oponían a Hitler y planeaban eliminarlo físicamente.

En junio de 1941, se genera un decreto reservado por medio de Martin Bormann y que afirma que por primera vez en la Historia de Alemania el Führer tiene consciente y completamente el liderazgo del pueblo en sus propias manos.
Considera que con el Partido Nazi, sus componentes y unidades adjuntas, el Führer ha creado para sí mismo, y por tanto para el liderazgo del Reich Alemán, un instrumento que le hace independiente de las Iglesias.
Que todas las influencias que puedan reducir o dañar el liderazgo del pueblo ejercido por el Führer con la ayuda del NSDAP deben ser eliminadas y cada vez más se ha de separar al pueblo de las Iglesias y sus representantes, los pastores.
Y finalmente el Estado debe eliminar la posibilidad de la iglesia de influir en el pueblo alemán.

Para este tiempo ya hay quien rebasando las limitaciones propias de la institución de la Bekennende y sus limitadas acciones, deciden tomar caminos personales de resitencia y oposición a Hitler, entre ellos ya se ha mencionado a Dietrich Bonhoeffer)que fue encarcelado y luego ejecutado en el campo de concentración de Flossenburg, pero también hubo otros como Elisabeth Schmitz o Gertrud Staewen , de la Iglesia de Dahlem Berlín, que también pasan a la acción y deciden tomar medidas de ayuda a los perseguidos, obteniendo para ellos documentos de identidad, alimentos para los escapados de las deportaciones y refugio para los judíos. Gertrud sería por esto arrestada por la GESTAPO aunque sobreviría a la guerra.

De igual forma el Pastor Paul Schneider en Hochelheim a través de su ministerio pastoral y sus sermones no dejó de denunciar la barbarie que representaba el nazismo en aquellos días, instando a la Iglesia a ser fiel a Cristo y no hipócrita y temerosa. Sería detenido por la GESTAPO y enviado a Buchenwald donde moriría.
El Pastor Karl Stellbrink de Lubeck, que sería martirizado por los nazis en Hamburgo en 1943,por sus actividades de oposición al nazismo, es otro de aquellos que no escatimaron su vida con tal de ser fieles cristianos en los tiempos más aciagos de la historia de Alemania.

jueves, junio 07, 2007

Las Iglesias Protestantes durante la Alemania nazi.(3)

En 1936 se produce un punto de inflexión en las relaciones entre las Iglesias protestantes y Hitler. Este rápidamente entiende que su política de dominio de las iglesias no está rindiendo frutos y elige abandonar la idea primigenia a través de una Iglesia del Reich y dedicar esfuerzos a debilitar a la Bekennende Kirche.
En esta última habían surgido señales de desavenencias entre aquellos que consideraban una ruptura total con el régimen y los que abogaban por conservar cierta moderación.
Las partes respondían por un lado, a aquellos representantes de las iglesias que se encontraban dentro de territorios dominados por los DC y por lo tanto en la oposición y los que estaban bajo los que se denominaban Iglesias intactas.

Para acentuar la división y al mismo tiempo poder quebrar la autonomía y la gestión independiente de la Iglesia Confesante, Hitler crea la figura administrativa del Reichkircheministerium (Ministerio de Culto) y nombra a Hans Kerrl a la cabeza del mismo. Este propone la idea de Comisiones Regionales para facilitar la gestión y comunicación entre las iglesias y el Estado e invita a todas las iglesias a ser parte de este proyecto. Esta maniobra obligaba a las iglesias a decidirse a ser parte de la Administración estatal o a separarse completamente. Conocedor de las opiniones enfrentadas en el seno de la Iglesia Confesante,Hitler esperaba acelerar el proceso de descomposición de esta organización que le era claramente opuesta .

En principio el ala moderada aceptó la propuesta en la creencia que con esta actitud se cerraba el paso al avance que tenían los DC sobre las iglesias. No así el ala radical que rehusó toda forma colaboración.
Se produce entonces la creación de dos comisiones directivas en la Bekennende Kirche, una que responde al sector moderado, el Lutherrat y otra al sector radical, Vorläufige Kirchenleitung.

Poco antes de los Juegos Olímpicos de 1936 un memorandum es dirigido a Hitler, en el se hacen muy severas críticas y denuncias de los abusos del régimen nazi. Entre otras cosas señala que el gobierno busca eliminar a las iglesias de la vida pública y descristianizar a la sociedad alemana; denuncia que el entronamiento de la idea de “raza superior” es opuesto al Evangelio, que no se debe sacrificar la legalidad en el altar de la ideología nazi ; al tiempo que advierte que el antisemitismo dominante es decididamente anticristiano. Hace duras menciones también de los campos de concentración, los abusos de poder y el culto al Führer. Este documento es redactado por Friedich Weissler perteneciente al sector radical y representa posiblemente, según diferentes historiadores , el documento más crítico y opuesto a la política nazi de la época, emanado de una institución eclesiástica.
La situación se torna en muy grave cuando es filtrado a la prensa extranjera , a pesar de que se esperaba mantenerlo reservado hasta que Hitler diera una respuesta . Interviene la GESTAPO y en 1937 son arrestados Weissler junto a otros dos pastores, todos acusados de la redacción y entrega a los corresponsales extranjeros .De inmediato son encerrados en el campo de concentración Sachsenhausen, donde Weissler sería ejecutado en 1938.

Esto sin embargo, no amedrentaría a la fracción radical de la Bekennende que continuaría batallando.En el verano de 1936 componen un mensaje para ser leído en todos los púlpitos de las iglesias durante los Juegos Olímpicos y que, siguiendo el pensamiento de Lutero y los comienzos de la Reforma, incita a la resistencia activa contra un régimen que se opone a los mandamientos divinos. El sector moderado de la Bekennende no consideró prudente leerlo y por lo tanto no se realizó su lectura en las iglesias que respondían a su dirección.

Hitler fortalecido por la división imperante en el seno de la Bekennende decide entonces embestir directamente contra el sector más crítico y manda arrestar a Martín Niemöller bajo la acusación de un delito contra el Tercer Reich. A pesar de las protestas internacionales y que el Tribunal Supremo sólo lo condena a una corta detención provisoria ; por orden de Hitler es enviado al campo de concentración de Buchenwald (luego lo tranferírían a Dachau) como su prisionero personal. Recuperaría la libertad al finalizar la guerra en 1945 al ser el campo liberado por las tropas americanas.

En Septiembre de 1938, una vez más los radicales de la Bekennende proponen, conforme a la tradición luterana redactar una oración para ser repetida en todas las iglesias. Se trataba en realidad de una confesión ante Dios de reconocimiento del pecado del pueblo alemán, admitiendo que se han cometido crímenes, abusos y profanaciones. Por ser demasiado fustigadora de la realidad que llevaba a cabo el gobierno nazi, es rechazada por la parte moderada que se distancia haciendo una declaración, que es firmada por lo pastores que representa, presionados por el temor a las SS y sus acusaciones de traición a la patria.

Este será el punto más bajo y de virtual ruptura dentro de la Bekennende Kirche, entre aquellos que por temerosa prudencia intentaban evitar mayores enfrentamientos y sus inevitables consecuencias y los que consideraban que el régimen nazi y sus autoridades debían ser combatidos porque representaban el mal en su misma esencia.

martes, junio 05, 2007

Las Iglesias Protestantes durante la Alemania nazi. (2)

En Setiembre de 1933, los DC por medio del Sínodo de Prusia imponen el infame “párrafo ario” el cual supone la expulsión de todos los protestantes de origen judío de los órganos de las iglesias.
El paso siguiente fue de carácter doctrinal y dogmático y consistió en liberar del culto y dogma de las iglesias protestantes de todo aquello que no fuera “alemán”, reclamó la supresión del Antiguo Testamento y criticó como malsanas desviaciones todo aquello que tuviera relación con las raíces hebreas del cristianismo, el apóstol Pablo incluido.
Esto conducía a una paganización escandalosa y a la creación de una religión política, mezcla de elementos cristianos y de componentes identitarios nacionalistas así como racistas.
Afirmaba un informe de la época, atribuido a los suecos: “los alemanes tienen un nuevo dios, y es la Raza, un dios al que ofrecen sacrificios humanos”.

Esto profundizó aún más la división entre aquellos cristianos que se mantenían fieles a la Biblia como única norma de fe y aquellos que aceptaban los dictados de Hitler a través de los DC.
De inmediato , los opositores a Hitler y a sus medidas raciales y anticristianas pasan a formar la Liga de Emergencia( Pfarrernotbund ), una liga que tenía por fin ayudar a todos los pastores y miembros afectados por el párrafo ario. Esta Liga fue creada por Martín Niemöller entre otros y puso las bases para la formación de lo que poco después sería la Bekennende Kirche (Iglesia Confesante), declarada antagonista de la Iglesia del Reich que representaban los DC.

En Mayo de 1934 se celebra el Sínodo de Barmen que dará sustento y base teológica a la Bekennende Kirche. En las declaraciones elaboradas intervendrá K.Barth, (por entonces profesor en Bonn ) y se afirmará: «la palabra de Dios del A. T. y N. T. como única fuente de nuestra fe» al tiempo que se pronunciarán « libres, en cuestiones de fe, de todo otro compromiso ajeno a la Iglesia».Con esto rechazaban de plano el ser integrados dentro del Estado y la nazificación de las iglesias.
Si bien la declaración era de tipo teológico, muy bien señala la historiadora Bárbara Koehn que el régimen nazi no comprendía la diferencia entre teología y política y que por eso vio en ella un peligroso acto de desobediencia al Fuhrer.

En el aspecto teológico más profundo, lo afirmado era influenciado por K.Barth, que ya en 1933 había escrito en “ Theologische Existenz heute”, «que la Iglesia ha de servir, no al pueblo alemán o a la historia, sino a la. palabra soberana de Dios; y que por ello debe seguir siendo Iglesia y se tiene que convertir en Iglesia», refiriéndose a las competencias de la Iglesia y de su Dogma.
Abrevaba en las fuentes de Agustín, Tomas de Aquino y del mismo Lutero, separando las esferas de acción del poder religiosos y del secular , pero reconociendo al mismo tiempo la soberanía de Dios y por lo tanto rechazando que se convirtiera en un apéndice del Estado o estar sometido a él en su dominio espiritual.

Sin embargo su falta más grave y que llevó a que algunos preclaros cristianos ( entre ellos Karl Barth y Dietrich Bonhoeffer) a ir más allá de lo que ella estaba dispuesta a ir, fue la total ausencia de menciones de los aspectos más racistas y antisemitas de la política que llevaba el gobierno.
No puede alegarse ignorancia en ello, ya que personas como la diaconisa Marga Meusel presidenta del Servicio de Bienestar Evangélico de Berlín, en 1935 denunció a través de un memorándum, la situación extrema que comenzaban a padecer los judíos en Alemania : "¿ Por qué la iglesia no hace nada? ¿Por qué permite que una injusticia inenarrable ocurra? ¿Qué responderemos un día cuando nos pregunten dónde está nuestro hermano Abel ? La única respuesta que podremos dar como Iglesia , es la respuesta de Caín :" ¿Soy yo encargado de mi hermano? "( Génesis 4:9).
Karl Barth también escribiría en 1935 poco antes de verse obligado a abandonar Alemania : “para millones que sufren injustamente, la Bekennende Kirche todavía no tiene un corazón.”

La Bekennende en este punto no tuvo visión para ver que el “ problema judío” era en realidad un problema cristiano, su problema; y que estaba siendo probada en su integridad.
El Pastor protestante Wolfgang Gerlach en su obra “And the Witnesses Were Silent” University Nebraska Press, señala : "la Iglesia Confesante (Bekennende Kirche) fue exitosa, al menos en parte, en defender tanto la autonomía como la doctrina de la Iglesia contra la infiltración Nazi. Pero en cuanto al tema de los judíos hizo silencio".


Nota: En un futuro post, a modo de apéndice, comentaré algunos de los aspectos teológicos más relevantes de la Declaración de Barmen.

Las Iglesias Protestantes durante la Alemania nazi.(1)

La historia del Cristianismo está llena de acontecimientos gloriosos, plenos de integridad y fidelidad a la fe que proclama; pero también contiene hechos oscuros,lamentables, que como en el caso que nos ocupa mostraron su humanidad más terrenal y alejada de todo principio, paradójicamente , cristiano.

Sobre el papel que le tocó jugar al Vaticano y el Catolicismo durante el período Nazi en Alemania, se ha escrito y comentado mucho, dejando en claro que, salvo excepciones puntuales, su respuesta institucional fue muy desacertada y hasta investigadores pro católicos como Michael Burleigh , reconocen que siguen en pie “ legítimos interrogantes sobre sus vacilaciones y su tono.”(Causas Sagradas. Ed.Taurus) .

Sin embargo el actuar de las Iglesias protestantes en Alemania durante el mismo tiempo y ante las mismas circunstancias también descubre un vergonzante rol en que el silencio, la indiferencia, el egoísmo y aún la complicidad, son preponderantes.
Cierto también es, que al igual que en el caso del Catolicismo, hubo quienes buscaron ser fieles al espíritu y esencia del cristianismo y superando toda barrera institucional respondieron cabal y fielmente a la doctrina cristiana, en un momento en que resistir al nazismo costaba no sólo la libertad sino la vida.

El advenimiento de Hitler al poder supuso para los cristianos alemanes un verdadero desafío; en primer lugar de discernimiento sobre sus intenciones, pero también a ser consistentes con sus propios fundamentos .Fue un tiempo de profunda confrontación con una realidad en la que se confundía nacionalismo ,teología y política .

Sin querer avanzar sobre las conclusiones finales a las que se puede arribar luego de investigar los hechos en profundidad, es evidente que las Iglesias protestantes alemanas fallaron a la hora de responder adecuadamente al reto de la historia y que este terrible error no puede ser atribuido, como algunos han pretendido, a la ignorancia de lo que ocurría a su alrededor.

Las valientes actitudes personales de personajes como Dietrich Bonhoeffer, Martín Niemöller o Karl Barth, por nombrar sólo los más conocidos, destaca una vez más la realidad de la inmovilidad y el acomodamiento del grueso de las instituciones protestantes. La gran mayoría de las iniciativas de protesta y denuncia contra las políticas genocidas que realizaba el gobierno de Hitler, así como la protección de los judíos y sus intereses de la masacre de la que eran víctimas, partió siempre (al igual que en el caso católico) de esfuerzos individuales y que abrigaban un alto riesgo personal.
Aún la crítica Bekennende Kirche, formada para enfrentar las intenciones aviesas de la Deutscher Christen se quedó limitada en su accionar y demandas contra el régimen.

Hagamos ahora un breve repaso sobre este lapso tan oscuro de la historia , pero atendiendo a criterios prácticos me limitaré sólo a algunos puntos significativos.

En primera instancia hay que observar que la Iglesia Protestante a diferencia del Catolicismo no tiene un mando unificado, sino que se agrupa alrededor de una estructura federal y unificada de iglesias que son iguales en derechos y obligaciones y que son dirigidas por un Sínodo nacional.
Hitler estableció en principio su estrategia en someter esta organización a sus decisiones y soberanía. Contrariamente a lo esperado, chocó con mayores dificultades de las previstas.

Al comienzo de la era hitleriana, en 1933 las Iglesias Protestantes habían recibido con muy buena disposición a Hitler y sus promesas de restauración del orden cristiano, en contra de todo secularismo y ateismo que presionaba a la ciudadanía alemana.
Las Iglesias venían de la experiencia de 1918 ,donde sufrían una sangría de fieles continua por la influencia de socialdemócratas, comunistas y laicos quienes insuflaban un espíritu anticlerical en la sociedad.

Hitler por el contrario intentó atraer a las Iglesias invitándolas a ser parte formativa del Tercer Reich .En sus primeras plataformas, antes de la toma del poder, declaraba que un cristianismo positivo era la base de su partido.
Los dirigentes nazis alentaban a sus correligionarios a retornar a los cultos cristianos y esto llenaba de satisfacción a los pastores que votaron por Hitler a principios de 1933.Entre ellos se contaba Martín Niemöller que pronto abriría los ojos a las verdaderas intenciones de Hitler y su partido: someter el cristianismo a la ideología nacionalsocialista, desnaturalizándolo por completo.

Para lograr su cometido, Hitler inventó una agrupación que popularmente se llamó Deutscher Christen (Glaubensgemeinschaft Deutscher Christen) y que pretendía hacerse con el control de las iglesias alemanas , reformando su estructura y su credo y que se inspiraba en las tradiciones arias alemanas.
La organización debía dejar de ser democrática y pasar a ser regida por un Reichsbischof, que sólo debía obediencia al Führer. El elegido para esta función fue Ludwig Müller y lo propuso como candidato para las siguientes elecciones de ese puesto, siguiendo hasta allí, un criterio legal y democrático.Esta idea de estructura funcional fue aceptada por las Iglesias. Sin embargo un sector de ellas no acogieron con agrado esta propuesta y contrapusieron su propio candidato : Friedich von Bodelschwingh que ganaría la elección en el Sínodo Nacional. Hitler respondió con ataques de las SA Jesucrist (formación paramilitar nazi) a las administraciones de las iglesias críticas y consiguió la pronta renuncia de von Bodelschwingh, dejando expedito el camino al candidato hitleriano.

También concibió un sistema para adueñarse de los gobiernos regionales de las iglesias a través de los Consejos, imponiendo candidatos de los Deutscher Christen ( DC ) en todas ellas. Aunque una vez más enfrentó a opositores, constituidos bajo el nombre de Jóvenes Reformadores, quienes proclamaban la independencia espiritual y administrativa del poder hitleriano; los DC se alzaron con la victoria con el 75% de los votos.
La Reichkirche estaba asentándose firmemente en el panorama de las iglesias alemanas.

Pero hubo tres iglesias donde los DC no habían logrado ganar, estas eran las iglesias de los pastores Wurm, Meiser, Maraherens, de las regionales de Wurttemberg, Baviera y Hannover respectivamente. Se auto denominaban “iglesias intactas” en contraposición a lo que llamaban las “iglesias destruidas” que obedecían a Hitler.
Este es el primer esfuerzo de organización de una oposición clara a las políticas oficiales, representadas por los DC.