Las Iglesias Protestantes durante la Alemania nazi.(4)
Meses antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial una nueva ofensiva de Hitler intentará terminar con la Bekennende Kirche. Por medio del Reichkircheministerium (Ministerio de Culto) se prohíbe a las Iglesias protestantes de Alemania toda fraternidad con Iglesias evangélicas en el extranjero (tenían una decisiva participación en protestas contra los abusos de Hitler y de apoyo a los radicales de la Bekennende).
Pero además se declara al nacionalsocialismo la continuidad natural de la Reforma luterana, siguiendo criterios de exclusivismo nacionalista , prejuicios raciales y fuerte antisemitismo. Esta era la doctrina de los Deutscher Christen y la subversión total del cristianismo.
La Bekennende Kirche rechaza de plano este planteo.
De inmediato se producen medidas represivas, como el cierre de los seminarios donde se formaban los pastores de la Iglesia de la Confesión, entre ellos el célebre Finkenwalde (en la foto) que dirigía Dietrich Bonhoeffer) y la vigilancia y presión de la GESTAPO a los pastores opositores al régimen, enviando a algunos de ellos a los campos de concentración.
Paradójicamente esto hizo que el ala moderada de la Bekennende reconsiderara su postura y comenzara a unirse al ala radical en la oposición contra el totalitarismo hitleriano. Poco después los pastores Wurm y Meiser retiraran sus firmas de la declaración en que se distanciaban de los radicales .
En 1940 Wurm protesta, en nombre de toda la Bekennende Kirche, contra la eliminación por parte del régimen de los enfermos mentales y por las deportaciones de los judíos, especialmente los convertidos al protestantismo y que mostraba que la decisión del gobierno no era de tipo religioso, lo cual ya era ignominioso, sino demencialmente racial.
También comienzan a intensificarse los contactos con el Círculo Kreisau , que reunía a personajes de la resistencia conservadora, que se oponían a Hitler y planeaban eliminarlo físicamente.
En junio de 1941, se genera un decreto reservado por medio de Martin Bormann y que afirma que por primera vez en la Historia de Alemania el Führer tiene consciente y completamente el liderazgo del pueblo en sus propias manos.
Considera que con el Partido Nazi, sus componentes y unidades adjuntas, el Führer ha creado para sí mismo, y por tanto para el liderazgo del Reich Alemán, un instrumento que le hace independiente de las Iglesias.
Que todas las influencias que puedan reducir o dañar el liderazgo del pueblo ejercido por el Führer con la ayuda del NSDAP deben ser eliminadas y cada vez más se ha de separar al pueblo de las Iglesias y sus representantes, los pastores.
Y finalmente el Estado debe eliminar la posibilidad de la iglesia de influir en el pueblo alemán.
Para este tiempo ya hay quien rebasando las limitaciones propias de la institución de la Bekennende y sus limitadas acciones, deciden tomar caminos personales de resitencia y oposición a Hitler, entre ellos ya se ha mencionado a Dietrich Bonhoeffer)que fue encarcelado y luego ejecutado en el campo de concentración de Flossenburg, pero también hubo otros como Elisabeth Schmitz o Gertrud Staewen , de la Iglesia de Dahlem Berlín, que también pasan a la acción y deciden tomar medidas de ayuda a los perseguidos, obteniendo para ellos documentos de identidad, alimentos para los escapados de las deportaciones y refugio para los judíos. Gertrud sería por esto arrestada por la GESTAPO aunque sobreviría a la guerra.
De igual forma el Pastor Paul Schneider en Hochelheim a través de su ministerio pastoral y sus sermones no dejó de denunciar la barbarie que representaba el nazismo en aquellos días, instando a la Iglesia a ser fiel a Cristo y no hipócrita y temerosa. Sería detenido por la GESTAPO y enviado a Buchenwald donde moriría.
El Pastor Karl Stellbrink de Lubeck, que sería martirizado por los nazis en Hamburgo en 1943,por sus actividades de oposición al nazismo, es otro de aquellos que no escatimaron su vida con tal de ser fieles cristianos en los tiempos más aciagos de la historia de Alemania.
2 comentarios:
Querido Daniel,
Sigo con mucho interés esta serie sobre las Iglesias Protestante durante la Alemania nazi.
Entre otros artículos que he leído en varios blogs sobre Bonhoeffer y sus contemporáneos, encuentro que estas publicaciones tuyas tienen datos históricos más certeros y nos permiten apreciar con mayor amplitud el panorama de la Alemania y la Europa de esos años.
Son claras las pruebas ignominiosas de una iglesia servil a Hitler. Al mismo tiempo, brilla el testimonio de hermanos que estuvieron dispuestos a darlo todo por amor a Cristo y al prójimo.
Encuentro difícil dimensionar, desde mi comodidad presente, lo que habrá sido para ellos sufrir la persecución a la que muchos, conocidos y desconocidos, fueron sometidos. Ciertamente el reino de los cielos les pertenece.
¿Cómo habrá sido estar en Finkenwalde?
Un abrazo,
Querido Gabriel:
Gracias por tu comentario.
Esta serie sólo es una síntesis del tema.
He tratado de simplificar, pero a la vez ser lo más claro posible en cuanto a la situación y los hechos como ocurrieron.
Es un tema especialmente difícil y doloroso, que siempre palpé en los años en que viví en Alemania.
Muchas veces me he preguntado y me han preguntado , ¿cómo hubiera reaccionado en ese tiempo? la respuesta es fácil darla desde aquí .Pero imposible de saber desde esa realidad, que en definitiva es la única que vale.
Por eso comprendo cuando dices que es difícil dimensionar desde aquí.
Sobre tu pregunta no tengo respuesta.Es el problema de los historiadores:¡qué no daríamos por vivir esos momentos que intentamos recrear e interpretar!.
Un abrazo.
Publicar un comentario