martes, junio 05, 2007

Las Iglesias Protestantes durante la Alemania nazi.(1)

La historia del Cristianismo está llena de acontecimientos gloriosos, plenos de integridad y fidelidad a la fe que proclama; pero también contiene hechos oscuros,lamentables, que como en el caso que nos ocupa mostraron su humanidad más terrenal y alejada de todo principio, paradójicamente , cristiano.

Sobre el papel que le tocó jugar al Vaticano y el Catolicismo durante el período Nazi en Alemania, se ha escrito y comentado mucho, dejando en claro que, salvo excepciones puntuales, su respuesta institucional fue muy desacertada y hasta investigadores pro católicos como Michael Burleigh , reconocen que siguen en pie “ legítimos interrogantes sobre sus vacilaciones y su tono.”(Causas Sagradas. Ed.Taurus) .

Sin embargo el actuar de las Iglesias protestantes en Alemania durante el mismo tiempo y ante las mismas circunstancias también descubre un vergonzante rol en que el silencio, la indiferencia, el egoísmo y aún la complicidad, son preponderantes.
Cierto también es, que al igual que en el caso del Catolicismo, hubo quienes buscaron ser fieles al espíritu y esencia del cristianismo y superando toda barrera institucional respondieron cabal y fielmente a la doctrina cristiana, en un momento en que resistir al nazismo costaba no sólo la libertad sino la vida.

El advenimiento de Hitler al poder supuso para los cristianos alemanes un verdadero desafío; en primer lugar de discernimiento sobre sus intenciones, pero también a ser consistentes con sus propios fundamentos .Fue un tiempo de profunda confrontación con una realidad en la que se confundía nacionalismo ,teología y política .

Sin querer avanzar sobre las conclusiones finales a las que se puede arribar luego de investigar los hechos en profundidad, es evidente que las Iglesias protestantes alemanas fallaron a la hora de responder adecuadamente al reto de la historia y que este terrible error no puede ser atribuido, como algunos han pretendido, a la ignorancia de lo que ocurría a su alrededor.

Las valientes actitudes personales de personajes como Dietrich Bonhoeffer, Martín Niemöller o Karl Barth, por nombrar sólo los más conocidos, destaca una vez más la realidad de la inmovilidad y el acomodamiento del grueso de las instituciones protestantes. La gran mayoría de las iniciativas de protesta y denuncia contra las políticas genocidas que realizaba el gobierno de Hitler, así como la protección de los judíos y sus intereses de la masacre de la que eran víctimas, partió siempre (al igual que en el caso católico) de esfuerzos individuales y que abrigaban un alto riesgo personal.
Aún la crítica Bekennende Kirche, formada para enfrentar las intenciones aviesas de la Deutscher Christen se quedó limitada en su accionar y demandas contra el régimen.

Hagamos ahora un breve repaso sobre este lapso tan oscuro de la historia , pero atendiendo a criterios prácticos me limitaré sólo a algunos puntos significativos.

En primera instancia hay que observar que la Iglesia Protestante a diferencia del Catolicismo no tiene un mando unificado, sino que se agrupa alrededor de una estructura federal y unificada de iglesias que son iguales en derechos y obligaciones y que son dirigidas por un Sínodo nacional.
Hitler estableció en principio su estrategia en someter esta organización a sus decisiones y soberanía. Contrariamente a lo esperado, chocó con mayores dificultades de las previstas.

Al comienzo de la era hitleriana, en 1933 las Iglesias Protestantes habían recibido con muy buena disposición a Hitler y sus promesas de restauración del orden cristiano, en contra de todo secularismo y ateismo que presionaba a la ciudadanía alemana.
Las Iglesias venían de la experiencia de 1918 ,donde sufrían una sangría de fieles continua por la influencia de socialdemócratas, comunistas y laicos quienes insuflaban un espíritu anticlerical en la sociedad.

Hitler por el contrario intentó atraer a las Iglesias invitándolas a ser parte formativa del Tercer Reich .En sus primeras plataformas, antes de la toma del poder, declaraba que un cristianismo positivo era la base de su partido.
Los dirigentes nazis alentaban a sus correligionarios a retornar a los cultos cristianos y esto llenaba de satisfacción a los pastores que votaron por Hitler a principios de 1933.Entre ellos se contaba Martín Niemöller que pronto abriría los ojos a las verdaderas intenciones de Hitler y su partido: someter el cristianismo a la ideología nacionalsocialista, desnaturalizándolo por completo.

Para lograr su cometido, Hitler inventó una agrupación que popularmente se llamó Deutscher Christen (Glaubensgemeinschaft Deutscher Christen) y que pretendía hacerse con el control de las iglesias alemanas , reformando su estructura y su credo y que se inspiraba en las tradiciones arias alemanas.
La organización debía dejar de ser democrática y pasar a ser regida por un Reichsbischof, que sólo debía obediencia al Führer. El elegido para esta función fue Ludwig Müller y lo propuso como candidato para las siguientes elecciones de ese puesto, siguiendo hasta allí, un criterio legal y democrático.Esta idea de estructura funcional fue aceptada por las Iglesias. Sin embargo un sector de ellas no acogieron con agrado esta propuesta y contrapusieron su propio candidato : Friedich von Bodelschwingh que ganaría la elección en el Sínodo Nacional. Hitler respondió con ataques de las SA Jesucrist (formación paramilitar nazi) a las administraciones de las iglesias críticas y consiguió la pronta renuncia de von Bodelschwingh, dejando expedito el camino al candidato hitleriano.

También concibió un sistema para adueñarse de los gobiernos regionales de las iglesias a través de los Consejos, imponiendo candidatos de los Deutscher Christen ( DC ) en todas ellas. Aunque una vez más enfrentó a opositores, constituidos bajo el nombre de Jóvenes Reformadores, quienes proclamaban la independencia espiritual y administrativa del poder hitleriano; los DC se alzaron con la victoria con el 75% de los votos.
La Reichkirche estaba asentándose firmemente en el panorama de las iglesias alemanas.

Pero hubo tres iglesias donde los DC no habían logrado ganar, estas eran las iglesias de los pastores Wurm, Meiser, Maraherens, de las regionales de Wurttemberg, Baviera y Hannover respectivamente. Se auto denominaban “iglesias intactas” en contraposición a lo que llamaban las “iglesias destruidas” que obedecían a Hitler.
Este es el primer esfuerzo de organización de una oposición clara a las políticas oficiales, representadas por los DC.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente grasias por la informacion,
es muy interesante el tema
Dios le bendiga

CEIHE dijo...

Gracias por tu visita,Jorge.
Es realmente un tema muy penoso, pero que hace a la historia del Cristianismo.
Aprendamos la lección y no repitamos tan terribles errores.

Saludos.