miércoles, julio 04, 2007

Giuseppe Garibaldi y la unidad de Italia.

Se cumple hoy 4 de Julio del 2007 , el bicentenario del nacimiento de
Giuseppe Garibaldi (ver noticia en italiano) ilustre figura cuasi mítica de la historia italiana , que tuvo un papel preponderante en la unidad de Italia.

Fue asimismo un romántico idealista que se enroló en luchas por la libertad y contra la opresión en ambos continentes a cada vera del Atlántico.
Creía en Dios pero no dudó en enfrentar a la institución católica romana representada en el poder de los Estado Pontificios.
Muchas veces contradictorio, siempre decidido y arrojado, conoció tanto la derrota y la persecución, como las mieles de la victoria y el reconocimiento de los que luchaban bajo sus órdenes.
Fue un marino avezado que desde su juventud se interesó en la política , tomando parte en la surgente Giovane Italia de Giuseppe Mazzini.Esta formación tenía un ideario republicano unionista, donde convergían distintos elementos nacionalistas e independentistas románticos muy propios de esos tiempos.

Con la dirección de Mazzini se intentó un levantamiento en 1834 que fracasó rotundamente y que obligó a Garibaldi a huir a Brasil.
Allí pronto se uniría a un grupo de rebeldes compuesto por campesinos, agricultores y ganadores que luchaban contra la gestión corrupta y fraudulenta del gobierno central que les oprimía y expoliaba.Con ellos llegaría a proclamar la independencia de la rica provincia del Rio Grande Do Sul , segregándola del Imperio del Brasil. Derrotados finalmente en 1839, pasó a Uruguay.

Al poco tiempo las luchas de los unitarios argentinos contra los federales rosistas envolvían ambas orillas del Río de la Plata y Garibaldi no fue ajeno a ellas.
En estas tierras es donde se conformaría lo que sería la célebre Legión Italiana, los “camisas rojas”, que impedirían la caída de Montevideo a pesar del férreo sitio que se le había impuesto; luchando junto con los unitarios argentinos y nacionalistas uruguayos, contra las tropas de Oribe apoyadas por el dictador Juan Manuel de Rosas;
Para entonces su figura ya es legendaria por su valor; y a pesar que en tierras sudamericanas había encontrado a su esposa Anita y había nacido su primer hijo Menotti; su deseo de ver a Italia unida no se había olvidado y en 1848 retorna a su patria.

Italia estaba efervescente y el rey Carlos Albeto de Piamonte junto con Giuseppe Mazzini encabezaban un nuevo levantamiento contra la dominación austriaca (derivada desde el Congreso de Viena y su reparto de Europa) y sus aliados en territorio italiano como los Estados Pontificios y Nápoles .
Luego de algunos reveses los revolucionarios se hacen fuertes en Roma y Venecia; lo que produce la huída de Roma del Papa Pío IX y su pedido de ayuda a los estados católicos romanos de España y Francia.

Giuseppe Garibaldi está ahora a cargo de las operaciones militares, cuenta con él las fuerzas de la Lombardía , además de los patriotas romanos y se enfrenta a las huestes de austriacos, napolitanos , españoles y franceses dirigidos por el General Oudinot .Luego de algunos éxitos iniciales; y a pesar de la valentía y tenacidad de los italianos ,Oudinot logró entrar en Roma poniendo en fuga a Garibaldi y su ejército bersaglieri hacia los Apeninos.

En 1849 el rey Carlos Alberto había abdicado y lo reemplazaba su hijo Víctor Emanuel II.
Este en consonancia con el conde de Cavour, a la sazón una especie de primer ministro, hicieron intervenir a los franceses de Napoleón III paras unirse a sus fuerzas piamontesas y luchar contra la ocupación autríaca. La coalición franco-piamontesa derrotaría a los austriacos en las batallas de Magenta y Solferino en 1859.
Esto modificaría el mapa de la unificación italiana. Milán se uniría a Piamonte y le seguirían Romaña, Parma, Toscana, Módena....el próximo objetivo era ahora hacia el sur.

Garibaldi y los Mil (como se denominaba a su ejército de poco más de 1000 hombres); encarará esta conquista que incluirá la Sicilia y Nápoles de Francisco II. La primera no tardará en caer, fundamentalmente por la afluencia en masa de los sicilianos a unirse a las fuerzas garibaldinas que rápidamente multiplicaron sus fuerzas. El carisma y la leyenda de Garibaldi así como los deseos de quitarse el yugo de la monarquía que había sido autoritaria y absolutista hicieron el resto.
La conquista de Nápoles fue más dificultosa, pero la batalla final contra las tropas borbónicas en Volturno le dieron la victoria y el dominio definitivo del territorio.

Al mismo tiempo las tropas piamontesas de Victor Emanuel II avanzaron desde el norte y derrotaron a los ejércitos pontificios que defendían el Lacio. Poco después las fuerzas de Garibaldi y del rey Víctor Emanuel se encontrarían en la frontera con Nápoles. Era el histórico 26 de Octubre de 1860 cuando el gesto de Garibaldi de descender de su caballo y saludar al rey de Italia quedaría inmortalizado como el reconocimiento al nuevo orden que imperaría en Italia.

El siguiente paso era arrebatar Venecia y Trento a los austriacos. La guerra austro-prusiana de 1866 facilitó este desenlace y Venecia pasó a manos italianas. Solo quedaba Roma.
En 1867 Garibaldi y sus camisas rojas enfrentan con suerte desigual a los ejércitos pontificios y franceses, pero no será hasta la retirada de los regimientos franceses en 1871 que la tan ansiada entrada en la Ciudad Eterna se realizara en forma irreversible.
El 2 de Julio de 1871 Victor Emanuel pronunciaría en Roma el glorioso :” Qui siamo e qui resteremo” (Aquí estamos y aquí nos quedaremos).

Giuseppe Garibaldi moriría el 2 de Junio de 1882, en Caprera .
Figura mítica, revolucionario por excelencia, aguerrido y valiente; nos dejó además de su tesón por la causa de la libertad allí donde fuera necesaria su espada; también aparentes claroscuros de contradicciones como ser un republicano que afianzó a un rey. Sin embargo, podemos ver en él el espíritu pragmático de un patriota italiano que supo a su tiempo discernir que lo más importante de su siglo era la unidad italiana y no descansó hasta verla concretada.

Hoy todos los italianos le rendimos nuestro homenaje a este guerrero por las libertad y la unidad de Italia.

Dejo para el final un extracto de la reseña escrita por el The Times en ocasión de su muerte:

“La emancipación final de Italia se halla vinculada para siempre a los nombres de Víctor Emanuel, Cavour y Garibaldi; pero si bien las dos primeras figuras de este trío serán sin duda objeto de un estudio profundo, de exhaustivas investigaciones y de un juicio que establezca el valor exacto de su labor histórica, la tercera apelará a la imaginación como una realidad de leyenda, como algo fabuloso, de naturaleza inaprensible...”

London, 5 de Junio de 1882.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fascinante relato lo he disfrutado!! saludos

Anónimo dijo...

¡Que historia!
Te envío un abrazo
Dany