Hoja Nº 4
En esta Hoja hay un claro contenido filosófico y también religioso, que coincide plenamente con el ideario de Hans Scholl y por carácter transitivo a toda la Rosa Blanca.
“Es una vieja sabiduría, que se repite una y otra vez a los niños, que quien no escucha acaba por escarmentar en cabeza propia; sin embargo, un niño prudente sólo se quemará los dedos una vez en el fogón.
Cualquier palabra que procede la boca de Hitler es mentira. Cuando dice paz está pensando en la guerra y cuando de modo blasfemo menta el nombre del Todopoderoso, está pensando en el poder del maligno, del ángel caído Satanás. Su boca son las fauces malolientes del infierno. Su bocas son las nauseabundas fauces del infierno y su poder está condenado. Sin embargo aún hay que combatir con medios racionales el estado terrorista nacionalsocialista; quien hoy en día todavía duda de la existencia real de los poderes demoníacos, no ha comprendido el trasfondo metafísico de esta guerra.
“Yo me volví y vi todos los actos de opresión que se cometen bajo el sol: ha allí las lágrimas de los oprimidos, que no tienen quien los consuele. El poder está de parte de sus opresores y no tienen quien los consuele.
Entonces yo elogié a los difuntos, los que ya habían muerto, más que a los vivos, los que ahora viven..”
Eclesiastés.
A pesar de que sabemos que el poder nacionalsocialista ha de ser destruido militarmente, intentamos conseguir una renovación del espíritu alemán, herido de gravedad desde dentro. Pero a ese renacimiento ha de preceder el claro reconocimiento de todas la culpa que el pueblo alemán ha cargado sobre sí, así como la lucha sin cuartel contra Hitler y todos sus cómplices, miembros del partido, secuaces, etc. Se ha de abrir con toda brutalidad el abismo que existe entre lo mejor del pueblo y todo lo relacionado con el nacionalsocialismo.”
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